“Veinte años han caído ya sobre el final de la guerra civil de 1936, como caen esas dunas de arena sobre algunas pinadas mediterráneas, cubriendo los viejos perfiles y enterrando muchas cosas. Los hombres que tienen ahora treinta años, son gentes nuevas, que tienen de la guerra civil una noción parecida a aquella de las guerras carlistas del siglo XIX, y algunos, los de las generaciones de a diez años vista – que como el tiempo es un soplo – la miran como una guerra ya en los manuales de Historia, como las guerras de Aníbal o de Alfonso VI, y hacen cosas como si no hubiera pasado nada. ( Las cosas a que me refiero son, hablando en romance figurado, como si quisieran sentarse sobre unas cenizas todavía con lumbre en el rescoldo. Está bien que se sienten, pero digo yo que también es fácil que se quemen el trasero, y que en esto, como en todo, no estará de más tomar algunas precauciones.).”
EMILIO ROMERO
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