
- Perdona el retraso – dijo, pasándole el pan y el queso por la alambrada ( los trozos que no se había comido por el camino cuando le había entrado un poco de hambre) – Estaba hablando con María.
- ¿Quién es María? – preguntó Samuel sin levantar la cabeza, mientras se zampaba la comida con avidez.
- Nuestra criada. Es muy simpática, aunque Padre dice que tiene un sueldo excesivo. Me estaba hablando de Pavel, el hombre que nos corta las hortalizas y nos sirve la cena. Me parece que vive en tu lado de la alambrada.”
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